Adriana se vinculó a la Universidad Católica de Manizales el 25 de julio de 2015. Desde ese día se grabó en la memoria de cada persona que la conoció gracias a su cálida sonrisa, autenticidad y espíritu alegre.
Estaba próxima a cumplir nueve años en nuestra institución, donde se desempeñó como profesora del Centro de Idiomas, coordinó diversos proyectos y realizó traducciones de algunos artículos de la UCM en la Dirección de Investigaciones. En su rol como profe cautivó a cada estudiante que tuvo en sus clases. Sus dinámicas, pasión y actitud la hacían destacarse en medio de todos. «Ella usaba todas las herramientas, estrategias y métodos para que todos comprendiéramos los temas y avanzáramos juntos», manifestó una de sus estudiantes.
De Adriana destacamos el inmenso amor por su familia, su increíble actitud ante la vida y su vocación innegable como profesora.
Una mujer hermosa, vanidosa, siempre bien organizada, perfecta, con un cabello majestuoso del cual se sentía muy orgullosa, con su look rockero, una sonrisa radiante y un corazón enorme en el cual cabíamos todos.
Expresó Catalina Piedrahíta, coordinadora de Talento Humano UCM.
The «hola lindura» de sus saludos resonarán por siempre en nuestros corazones, así como en los pasillos de una Universidad que Adriana alcanzó a llenar con su alma dulce que hoy descansa en el abrazo paternal de Dios. Acogemos en nuestras oraciones a su familia y amigos en este difícil momento.
Por siempre serás UCM, querida Adriana.