Por Daniel Ricardo Posada – Profesor Programa de Arquitectura
«La piel de bahareque está presente en diferentes contextos, todos ellos, hacen parte de nuestro Paisaje Cultural Cafetero: el bahareque patrimonial, el bahareque rural, el bahareque urbano-popular y el bahareque en la arquitectura contemporánea. En el Coloquio realizado hace unos días en Manizales , se habló del bahareque menos visibilizado: el bahareque urbano-popular, ese que desde hace más de 200 años se construye casi de la misma forma en las laderas de nuestras ciudades. Este bahareque ha mudado su piel de muchas formas: desde el bahareque de cagajón con cal, el bahareque de tabla y el bahareque de lata, a los contemporáneos bahareques de plástico, bahareque de yute, bahareque de lona y bahareque de zinc. Tal vez muchos ven en estas imágenes pobreza y marginalidad, lo es, pero también podemos ver inteligencia y recursividad de adaptarse a las adversidades con un material tan noble como La Guadua. La guadua es un material orgánico que crece y se degrada rápidamente. Es un material tan resistente como el metal. La guadua es liviana, lo cual es conveniente para la construcción en ladera. La Guadua es flexible, es decir, sismorresistente. La Guadua es maleable lo que permite la autoconstrucción. La guadua es un material que crece en la región, por lo cual es asequible y económica» Arquitecto Luis Miguel Marín .
El evento realizado en el Centro Cultural Banco de la República, buscaba visibilizar las arquitecturas construidas en guadua que existen en la ciudad de Manizales, básicamente la arquitectura popular que se concibe por autoconstrucción en sectores marginales. La guadua como material constructivo de la región, heredado de los saberes vernaculares es la protagonista, y sintoniza con las inteligencias colectivas que, en una práctica resiliente, ha construido su hábitat buscando lugares donde establecer morada.
Aunque estos barrios han sido fruto de la autogestión de sus habitantes, la academia ha buscado integrar el conocimiento académico mediante proyectos de aula, investigación y desarrollo en la búsqueda de entender las dinámicas de sus moradores y conectar los saberes comunitarios con los técnicos que se construyen en la Universidad, como es el caso de la Universidad Nacional de Colombia, el SENA y la Universidad Católica de Manizales.
El evento se desarrolló en dos momentos, el primero un ciclo de conferencias realizado en el auditorio del centro cultural del Banco de la República que contó con la presencia del Licenciado en Educación Ambiental e Instructor del SENA Pedro Nel Rodríguez, quien hizo una contextualización de la guadua; la profesora de la Universidad Nacional de Colombia Carolina Salazar quien mostró ejemplos de construcción en guadua en tres barrios de Manizales, y finalizó el arquitecto e invitado principal Simon Hosie, un reconocido profesional que ha desarrollado innumerables proyectos en guadua y madera bajo metodologías participativas en diversos territorios del país.
En el segundo momento se realizó la visita al Barrio Bajo Andes, gracias a la invitación del líder comunitario Kevin Mauricio Orozco en el que se desarrolló un recorrido por el lugar. Este es un asentamiento urbano informal, el cual lleva un proceso de autoconstrucción de más de 40 años, en donde se evidencia el uso de la guadua como material constructivo principal.
Paralelo a este coloquio se desarrolló una muestra de modelos a escala de proyectos desarrollados por la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Católica de Manizales en la sala de exposiciones del centro cultural del Banco de la República. El aporte a esta exposición fue el proyecto de arquitectura desarrollado en el componente PROYECTO 8 -PRÁCTICA SOCIAL FORMATIVA– liderado por el profesor Daniel Ricardo Posada Ramírez, en el cual se muestran algunos resultados proyectuales de la investigación «Saberes conectados en el territorio».