El reciente artículo titulado «Productividad agrícola y reducción multidimensional de la pobreza en Colombia: Un análisis de los cultivos de café, plátano y maíz» fue fruto de un esfuerzo colaborativo entre la Universidad Católica de Manizales (UCM), la Corporación Universitaria Santa Rosa de Cabal (UNISARC) y la Universidad de Manizales. Este estudio profundiza en la conexión entre la productividad agrícola y los índices de pobreza multidimensional en las zonas rurales de Colombia, enfocándose en los cultivos de café, plátano y maíz.
Por parte de la UCM, los profesores Yeison Alberto Garcés y Gloria Yaneth Flórez, de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, formaron parte del equipo de investigación. El estudio concluye que los productores que logran aumentar la productividad en estos cultivos tienden a reducir sus niveles de pobreza multidimensional, lo que envía un mensaje claro a la sociedad, el Estado y el sector empresarial sobre la importancia de invertir en el agro para mejorar la calidad de vida de las comunidades rurales.
Más allá de lo económico
El concepto de pobreza multidimensional abarca no solo el aspecto económico, sino también factores clave como la salud, la educación y el acceso a infraestructura. Este estudio destaca la necesidad de que cualquier incremento en la productividad agrícola vaya acompañado de políticas de Estado que impulsen un desarrollo integral en las comunidades rurales. Si bien mayores ingresos pueden contribuir a una mejor calidad de vida, esta relación no es tan simple ni lineal. Un enfoque completo implica combinar productividad y políticas que generen oportunidades en otras áreas esenciales para el bienestar rural.
«No estamos inventando la rueda; sabemos que invertir en el agro puede mejorar la vida de los campesinos. Sin embargo, el reto es cómo crear políticas efectivas que integren los múltiples factores que afectan a la población rural. En Colombia, los índices de pobreza multidimensional son altos y debemos abordar no solo la productividad, sino también temas de salud, educación e infraestructura”.
Yeison Alberto Garcés, profesor de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura.
La academia como motor de cambio social
A través de estudios como este, las universidades buscan sentar las bases para que las instituciones responsables encuentren datos relevantes para la formulación de políticas públicas. Este tipo de trabajo académico permite que los hallazgos se conviertan en herramientas prácticas para responder a las necesidades de la población, subrayando el papel de la academia en la generación de conocimiento que impacte y transforme el entorno.
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