Las zonas de recarga hídrica, especialmente los humedales, han sido afectadas por múltiples condiciones antrópicas. Además, el excesivo consumo de los recursos naturales ha causado un deterioro y por ende una crisis ambiental global.
Las cifras de reducción del recurso hídrico a nivel mundial cada vez son más preocupantes. La falta de disponibilidad de agua en calidad y cantidad va en aumento, por lo que se hace necesario realizar estudios de los servicios ecosistémicos del patrimonio hídrico, que lleven a la valoración de los mismos para los procesos de planificación de los ecosistemas. Por otro lado, invertir en agua es una condición necesaria para hacer posible el crecimiento económico, el empleo y la reducción de las desigualdades (Unesco, 2016).
En este sentido el Grupo de Investigación en Desarrollos Tecnológicos y Ambientales (GIDTA) adscrito a la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Católica de Manizales (UCM), específicamente a través de la línea de Gestión y Saneamiento Ambiental y el Semillero de Ecosistemas Estratégicos, desde el año 2013, ha venido configurando una amplia experiencia en los humedales altoandinos ubicados en la parte alta de la cuenca del Río Chinchiná, Caldas, Colombia. Dichos humedales han sido de gran interés para los investigadores debido a que son ecosistemas estratégicos en los cuales reposa biodiversidad autóctona y se generan bienes y servicios ecosistémicos como la oferta y regulación hídrica. Los proyectos realizados se han enfocado principalmente en el componente social a partir de la construcción de mapas parlantes para así identificar la percepción de la comunidad frente a: los humedales y sus bienes y servicios, la determinación de indicadores de sostenibilidad y la dinámica de sistemas. En este sentido, se hizo una primera publicación del libro Consolidación y fortalecimiento de herramientas para la sostenibilidad de humedales altoandinos (Flórez-Yepes, Alzate-Alvarez & Alvarez-León, 2018), donde se presentaron aspectos relacionados tanto con la relación hombre naturaleza y diferentes metodologías para el análisis del ecosistema con la participación comunitaria, además de establecer algunas experiencias de análisis integral del ecosistema considerando diferentes indicadores ambientales.
Para ampliar un poco más el espectro investigativo, esta vez se ahondó en otro tema de igual relevancia que los abordados anteriormente en diferentes proyectos. Es así que, en este libro, como resultado de investigación, se plasman los procesos de valoración económica por provisión hídrica (teniendo en cuenta la cuantificación de la oferta y la demanda hídrica) en los humedales altoandinos que se han llevado a cabo desde el año 2018.
En el primer capítulo se hace un recorrido por las generalidades de los conceptos de valoración donde se contemplan temas relacionados con el concepto de valor, servicios ecosistémicos y la valoración ambiental desde sus inicios. Así mismo se establecen los conceptos de algunos métodos utilizados para el estudio como es el método de valoración contingente y el método de valor de mercado aplicado al contexto de los humedales con algunos casos de estudio, para finalmente, plantear diferentes experiencias de valoración de ecosistemas tanto a nivel mundial como de América Latina y en lo nacional.
En el segundo capítulo se parte de una introducción del método de valoración contingente haciendo la aclaración de que para dicho método no se utilizó un modelo econométrico y que solo se realizó el análisis a partir de un método estadístico, posteriormente se plantea el proceso metodológico teniendo en cuenta la DAA (disponibilidad a aceptar) y DAP (Disponibilidad a pagar), para finalmente llegar a unos resultados y conclusiones.
En el tercer capítulo se presenta un caso de valoración por el método de rondas hídricas considerando el avalúo catastral de los predios de la zona de estudio, bajo la metodología de Borrero, Diazgranados, Tiria, Borrero y Méndez (2016) donde se parte de un contexto introductorio para posteriormente mostrar el proceso metodológico y llegar a los resultados y consideraciones finales.
En el cuarto capítulo, se presenta un método de Valoración de la oferta hídrica de humedales altoandinos, considerando el costo de oportunidad, en el que se hace una introducción general del método utilizado, para posteriormente mostrar el proceso metodológico basado en la metodología de Barrentes (2010) quien aplicó el modelo en varios países latinoamericanos, finalmente se plantean los resultados y se concluye con unas consideraciones generales.
El libro concluye con una discusión general que recoge los aspectos relacionados tanto con la discusión teórica realizada en el primer capítulo como con aquellos relacionados con la aplicación de las metodologías de los capítulos siguientes, haciendo una discusión de los resultados obtenidos frente a lo planteado por otros autores cuyas investigaciones hayan sido similares. Así mismo, se recogen unas conclusiones generales que resumen los aspectos relacionados con los métodos aplicados, así como de sus resultados, para posteriormente establecer unas recomendaciones que sirven especialmente para la generación de nuevas investigaciones y para la aplicación de este tipo de herramientas en la política pública como soporte para los procesos de planificación.
Se reconfirma la importancia de reconocer el valor de los bienes y servicios ecosistémicos prestados por los humedales altoandinos, porque mientras no exista un reconocimiento, no será posible entender la necesidad de su conservación.
La valoración es importante toda vez que no solo conlleva a generar un valor de uso o de no uso, sino que permite el reconocimiento de los servicios ecosistémicos por parte de los tomadores de decisiones, y a la vez motiva a las comunidades al reconocimiento de su entorno, a la comprensión de la importancia de lo que se tiene y desde luego a entender su relación con la naturaleza. En este sentido, la valoración permite que se generen estímulos a la conservación, los cuales son fundamentales para que quienes protegen los recursos naturales puedan tener una contribución a dicha actividad, así mismo, quienes toman la decisión de cambiar los sistemas productivos agrícolas y pecuarios por las actividades de conservación requieren de sistemas de subsistencia que pueden estar basados en dichos incentivos. Un aspecto importante es que en este trabajo no se pretende dar un valor de venta de un servicio ecosistémico al recurso hídrico, sino que se busca generar un valor que exprese en términos monetarios los beneficios económicos que genera la oferta hídrica de la zona de estudio.
Este proceso de valoración económica sirve como modelo para desarrollar acciones encaminadas a la conservación y el uso sostenible del humedal y a una relación armónica hombre-naturaleza. Es importante resaltar que a partir de la investigación el libro devela metodologías que pueden ser replicadas no solo en otros humedales altoandinos, sino también en otros ecosistemas y regiones, debido a su relevancia internacional, nacional y local.
Para entender un poco más la relevancia de la valoración económica y dejando de lado el plano subjetivo, se evoca la posición del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2018) que indica que “la importancia de desarrollar estudios de valoración económica ambiental radica en disponer de información cuantitativa para la toma de decisiones sobre la gestión de los recursos naturales” (p.13). A su vez plantea que “la generación de este tipo de información favorece la producción de indicadores que permiten evaluar la viabilidad ambiental de políticas, planes, programas y proyectos, como pueden ser: el valor presente neto y la razón costo beneficio” (p.13).
Los autores de este libro plantean que la valoración ambiental se debe realizar para entregar información importante para: tomar decisiones; identificar costos de oportunidad; demostrar la relación directa entre el medio ambiente y la economía; generar políticas públicas que contribuyan a un mejor desarrollo social; realizar seguimiento al desgaste de los ecosistemas; y conocer la percepción de los directamente involucrados con el servicio ecosistémico.
El proceso de valoración económica de servicios ecosistémicos se convierte en un instrumento integral que permite dar a conocer la situación actual de los ecosistemas, esta información es utilizada para que el gobierno no solo estime lo que cuestan los recursos, sino que también pueda plantear políticas de conservación ambiental buscando operar de una manera más eficiente sobre la administración de los recursos.
Gloria Yaneth Flórez – Jorge Andrés Ospina – Ángela María Alzate Álvarez – María Camila Chávez Marín – Carolina Gallo Cardona – Christian Alejandra Vidal Sierra – Ciro Alfonso Serna Mendoza – Irma Soto Vallejo – Ricardo Castro Díaz – Luisa E. Delgado