La Universidad Católica de Manizales (UCM) celebró el Día del Niño el 6 de mayo con las fundaciones Luciana Tovar Gómez, Asodown y Asoprecales, organizaciones que acompañan a población con discapacidad en la ciudad de Manizales en una jornada donde el juego fue protagonista y se convierte en una herramienta fundamental para el aprendizaje, porque favorece la autoexpresión, permite el autodescubrimiento y facilita la comprensión del entorno desde las primeras etapas de la vida.
Esta celebración se desarrolló como parte de un Proyecto Social de Desarrollo liderado por la Dirección de Extensión y Proyección Social, a través de su Unidad de Gestión Social, con el apoyo de la Vicerrectoría de Bienestar y Pastoral Universitaria y la Unidad de Liderazgo.
El evento llevó por nombre: “Activando mi niño interior a través del juego, mis sentidos y mis emociones” y convocó a niños, niñas, adultos, personas mayores, familias y cuidadores alrededor del valor del juego como herramienta de aprendizaje, participación e inclusión social.
Diversión y aprendizaje en la UCM
Durante la jornada se dispusieron ocho estaciones de juego enfocadas en el desarrollo psicomotor, emocional, cognitivo y social como una estrategia para fortalecer habilidades fundamentales desde una perspectiva lúdica.


Cada espacio utilizó juegos tradicionales, música y baile para generar un ambiente de alegría y fomentar el reconocimiento mutuo entre todos los asistentes, en un entorno en el que la participación activa se mantuvo como eje central:
- Juegos de desarrollo psicomotor: estimulan el movimiento, fortalecen la coordinación corporal y agudizan los sentidos.
- Juegos de desarrollo afectivo y emocional: promueven el equilibrio emocional y fortalecen la salud mental desde el reconocimiento de las emociones.
- Juegos de desarrollo cognitivo: estimulan la creatividad, fortalecen la atención y favorecen la construcción de estructuras mentales.
- Juegos de desarrollo social: fortalecen la comunicación, el trabajo en equipo y las habilidades de interacción con otros.
Se construyeron espacios a partir de juegos tradicionales que favorecieron la interacción y el aprendizaje, la música y el baile acompañaron la jornada como elementos centrales para despertar la alegría propia de esta celebración, la colaboración y la participación de los asistentes se mantuvieron constantes y permitió que todas las voces fueran escuchadas, lo que dio lugar a un escenario de inclusión y reconocimiento para los niños, las familias y los cuidadores.
Con este tipo de proyectos y la celebración del Día del Niño, la UCM consolida su apuesta por una educación personalizada y avanza en su misión como una comunidad diversa, inclusiva y multicultural. El liderazgo que ha ejercido en estos procesos la posiciona como una institución reconocida con el Sello de No Discriminación, al impulsar prácticas que promueven la participación y el reconocimiento del otro, con el propósito de construir entornos sociales y educativos más equitativos e inclusivos.
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