La educación, llevada a cabo en cualquier latitud geográfica o contexto, constituye el factor decisivo en el desarrollo y la transformación social. Se puede afirmar que su ser irradia no solo la estética del aprendizaje, sino el empoderamiento y el horizonte de cualquier población, en aras de la proyección que se quiera trazar. No obstante, en nuestras sociedades, las políticas basadas en una economía capitalista global ponen a tambalear el valor decisivo de la educación. Por tanto, su naturaleza no siempre significa lo mismo en los diferentes contextos. Considerar esto supone reconocer que no siempre las políticas públicas valoran lo educativo desde su trascendencia, sino desde intereses que entreveran los criterios o ideales de controles foráneos, a lo que se suele llamar control ideológico o racionalidad instrumental referida a la educación.
En el contexto del programa Universidad en el Campo, de la Universidad Católica de Manizales (UCM), se busca facilitar el acceso de sus estudiantes al mundo de la vida productiva a través del saber hacer, a la manera en que Delors (1996) lo expresa al referirse a las finalidades de la educación. En consecuencia, es preciso un acercamiento investigativo a este programa en desarrollo, que se convierte en el objeto de conocimiento para el presente texto. Dado el impacto que se espera de él, conviene examinarlo desde el método etnográfico e interpretativo, ya que se propone el objetivo de leer las experiencias vividas y narradas por los estudiantes que integran este programa.
La UCM en su función de contribuir a la formación integral de la persona desde una visión humanista, científica y cristiana, despliega su capacidad formativa y transformadora en el contexto local y regional. Por ello es necesario determinar los alcances de los propósitos formativos, investigativos y de proyección social que se ha trazado al hacer parte de este proyecto educativo.
La cultura cafetera, propia de la región de impacto de la UCM, caracterizada por el empeño familiar y personal en lograr cada vez mejores condiciones de vida, inspira no solo la iniciativa de Universidad en el Campo, sino que hace parte de la razón de ser de la UCM, que, además, se centra en propiciar un diálogo entre fe, cultura y vida. Dicho diálogo, en el cual se involucran el saber y el ser de la universidad, el ser social de este territorio y el deseo de sus habitantes, se convierte en el contexto integrador que, por un lado, permite el ejercicio del objeto misional y, por otro, le facilita a la UCM estar atenta a la realidad del entorno. De esta manera la Universidad puede redimensionarse y resignificarse a través de la promoción del desarrollo social y humano desde una perspectiva integral e integradora, y mediante la propuesta de unos valores que son fundamentales en la conformación de una sociedad en paz.
La educación ofrecida por la UCM tiene como meta curricular y pedagógica ser referente de su contexto. Desde su quehacer académico se transforma la realidad, y este logro se obtiene en la medida en que se acerca a él en provisión de las herramientas que alinean su evolución y ascenso. Esto significa que el impacto que esperan tanto la UCM como las familias de estos jóvenes no se limita a la formación técnica, sino que implica el descubrimiento de la vocación formativa de los estudiantes, en quienes están puestas las esperanzas de su entorno familiar y sus territorios.
La pedagogía identifica la importancia de la formación de un ser humano reflexivo, actor, transformador y artífice de su historia; que promueve a su vez, con principios éticos y morales, los cambios necesarios para trascender los desafíos y demandas sociales aún no resueltas que, en algunos casos, devienen de retrocesos socioculturales que llevan a la degradación de la condición humana. Por ello cobra toda su pertinencia e incidencia la forma pedagógica puesta en práctica mediante el programa Universidad en el Campo.
Dado este propósito, la educación se constituye en el camino hacia la perfección de la naturaleza humana, puesto que el ser humano se nutre de la interacción con el docente, el conocimiento y todo el ambiente educativo. Esto le permite comprender los pensamientos, los valores y los principios de los ideales sociales y particulares y, al mismo tiempo, ir más allá del proceso imitativo, para iluminarse, descubrirse a sí mismo y explorar todas sus potencialidades para lograr, a la vez, definirse como persona mediante la búsqueda, comprensión y transformación de los escenarios vitales de su contexto.
Las situaciones sociales no siempre dejan a los niños y jóvenes desarrollar sus potencialidades. Teniendo en cuenta las circunstancias en las que se han tenido que desenvolver, hay que concientizar y, en un nivel más específico, alertar sobre la gran responsabilidad de los padres de familia buscando la posibilidad de brindar educación y formación en valores a sus hijos, ya que de esta búsqueda depende que los jóvenes de hoy contribuyan a la sociedad desde los problemas existentes, a través de actitudes proactivas que redunden en el desarrollo integral y el bienestar social.
La educación es un mediador efectivo y definitivo entre las movilidades sociales y personales, con el cual el individuo se sumerge en la sociedad, la habita y la transforma, mientras también cambia él mismo. Sin ella, ni la sociedad, ni el individuo gozarían de perspectivas de desarrollo y bienestar. Con ella tanto las comunidades y los sujetos pueden constatar la utilidad y el sentido de existir.
El presente libro se desarrolla como resultado de la investigación «Universidad en el campo, aportes y efectos sociales para el territorio», cuyo objetivo principal buscó definir los efectos sociales generados en el territorio, por los programas técnicos y tecnológicos ofertados por la UCM, mediante el convenio con el Comité de Cafeteros de Caldas, a través de experiencias y narrativas construidas por los actores sociales vinculados a este proceso. Para el logro de este fin, la investigación se ha trazado una ruta que parte de la caracterización de los procesos desarrollados con los programas técnicos y tecnológicos en términos de las transformaciones sociales generadas en los territorios; posteriormente, pasa por la definición de las incidencias del modelo Escuela Nueva de la Universidad en el Campo, en la generación de competencias laborales generales en los egresados de los programas; para finalmente, promover espacios de apropiación social del conocimiento en torno a los límites y contribuciones de los programas, teniendo en cuenta aspectos como: bienestar social de los graduados, sostenibilidad de los procesos educativos, construcción de paz y sustentabilidad de los territorios.
La investigación surge como una apuesta de la UCM, por identificar los alcances y limitaciones que este proceso ha tenido al interior de los territorios caldenses donde el programa tiene presencia. Desde allí, el estudio ha buscado responder a la pregunta por las transformaciones que el proceso formativo ha suscitado en los graduados, sus familias y en sí, en la comunidad en la que se encuentran insertos. Emerge de la necesidad de revisar la trayectoria que han tenido los programas, en aras de retroalimentar sus procesos, tanto a nivel formativo, como en el campo profesional y productivo que el mismo programa genera. Teniendo en cuenta estos aspectos, el concepto de territorio se convierte en una categoría central para la investigación que, en el proceso, se contrasta con la metodología cualitativa implementada en el trabajo de campo. Así, la recolección de la información se logró a través de herramientas como la cartografía social y la construcción de narrativas. Otra categoría que emerge en el estudio es la transformación social, propiamente en esta el papel que desempeña la educación al interior de las comunidades, con las cuales, al finalizar el estudio, se despliega el concepto de paz positiva como expresión de los cambios culturales que la Universidad en el Campo puede llegar a suscitar. Estas tres categorías componen los tres capítulos del libro, que se abordan desde referentes teóricos, testimonios de los actores sociales y análisis de las diferentes fuentes consultadas.
Diana Marcela Gómez Sánchez – Edwin Hernando Duque Meza