Desde tiempo atrás los bacteriólogos han dado respuesta a los retos en salud a través de la promoción, la prevención y el apoyo diagnóstico, sin embrago, hoy en un mundo globalizado se exige fortalecer la formación en los futuros profesionales desde lo multidisciplinar, para que puedan afrontar los cambios sociales con su saber crítico, propositivo, además con su actuar oportuno, adecuado, con juicio científico a partir su ser como persona. Por lo cual hablar de Bacteriología es pensar en microorganismos, en sus interacciones, en otros seres vivos y en el quehacer de profesionales que se vinculan en el área clínica y con otros campos del conocimiento, los que se amplían y mejoran de acuerdo a la globalización.
Es así como el Bacteriólogo de la UCM busca comprender los cambios del mundo, para adaptar y encauzar sus acciones con flexibilidad de acuerdo con: el contexto, los avances tecnológicos, las demandas de la modernidad, las oportunidades en diversos campos de desempeño para aportar y generar transformaciones sociales de alta calidad. Dichas transformaciones les reclaman a los nuevos profesionales la comprensión del entorno, lo que implica una necesidad permanente de autoformación y de actualización para fortalecer aquellos conocimientos básicos fundamentales que se lograron en el curso de su pregrado para profundizar en la línea de vida de su gusto.
Posterior a la travesía por la Universidad y como consecuencia de los avances tecnológicos a los profesionales en Bacteriología, se les invita desarrollar ampliamente su capacidad de análisis, correlación, proyección e implementación de respuestas, con el fin de favorecer la oportuna prestación de servicios y la aplicación de sus conocimientos en los diferentes campos de desempeño teniendo presente el desarrollo con otros profesionales y otras profesiones. Es preciso comprender que los profesionales actuales y los próximos, requieren estar altamente calificados en su disciplina y de igual manera precisan desempeñarse con ética, idoneidad, excelencia investigativa, pero además deben mejorar sus competencias o avanzar hacia la proyección administrativa, gerencial, comercial sea cual sea el ámbito aplicabilidad laboral. Lo anterior para defender la profesión, los campos de acción y buscar mejores posibilidades personales como profesionales.
En un mundo que se proyecta globalizado cobran importancia las acciones y las respuestas que se generan, en especial cuando el profesional reconoce las diferencias en formación, en cultura, en idioma o en niveles de organización, ya que a pesar de estas diferencias el resultado de sus acciones demuestra una formación del saber, hacia el ser y para el hacer, entre otras.
Nidia Marcela Zuluaga Londoño
Directora del programa de Bacteriología
Mes del Bacteriólogo