Este 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería, una fecha para destacar el papel tan importante que cumplen los profesionales de dicha área de conocimiento en el sector de la salud y en especial en la atención del COVID-19.
En este 2020 el programa de Enfermería cumple 20 años de historia formando a muchos profesionales que han dejado su sello en sus territorios.
Un eje articulador
Daniel Fernando Castaño López es graduado del programa de Enfermería, y señala que el enfermero es el eje central para el manejo de los nuevos procesos que permitan enfrentar la pandemia COVID-19. En primer lugar, debe estar a la vanguardia en todas las actualizaciones bibliográficas referente al tema, y estar articulado con las directrices del Instituto Nacional de Salud y la Asociación Nacional de Infectología, que le permita contribuir al desarrollo de nuevos procedimientos y protocolos institucionales para la atención del paciente COVID. Así mismo, debe pensar en su desarrollo emocional, espiritual y social que le permita reflejar, influenciar y persuadir su equipo de trabajo para que adopte las medidas de bioseguridad necesarias, fomentando siempre el autocuidado y la no discriminación a este tipo de pacientes. Debe siempre motivar a la vocación de servicio y la humanización de la atención.
“La disciplina, la integridad, la orientación al logro, la resiliencia, el liderazgo y sobre todo la vocación de servicio caracteriza al profesional de Enfermería. Estamos para servir y cuidar. Cuidamos de nuestro personal, del paciente, su familia y la comunidad”, señaló Daniel Fernando Castaño, graduado del programa de Enfermería.
Esta crisis sanitaria le ha enseñado a ser resiliente, a no mirar atrás y que cada día es un nuevo comienzo.
“Ahora me doy cuenta que me ahogaba en un vaso de agua con cosas pequeñas, pero ésta crisis me ha hecho más fuerte. Agradezco al COVID-19, el fortalecer mi carácter, vencer mis miedos y tener mayor gratitud con mi presente”
Integralidad del conocimiento
Paula Andrea Arias Trejos es profesora del programa de Enfermería y destaca que el papel del profesional de Enfermería en este tipo de crisis tiene la particularidad de responder de manera versátil a las demandas de cuidado en cualquier situación. El enfermero se destaca por sus prácticas de cuidado, la adopción de posturas críticas, reflexivas y propositivas ante condiciones políticas, sociales y económicas que trazan el desarrollo social de un país. Por lo tanto, en este tipo de situaciones se pone en evidencia la fragilidad de los sistemas políticos, económicos, sociales, y en particular de los sistemas de salud, donde el enfermero como gerente y proveedor directo de cuidados individuales y comunitarios lidera acciones participativas para garantizar la protección, la promoción y el cuidado de la salud, como un fenómeno no solo biomédico, sino social.
“La integralidad con que aborda el cuidado como un fenómeno no solo biológico, también emocional e inherentemente social, reúne todas aquellas características propias del profesional de enfermería: sensible a las necesidades del otro, solidario con esas necesidades, compasivo con los más vulnerables, crítico frente a las injusticias, reflexivo ante el vertiginoso cambio social, propositivo ante las adversidades, integrador de conocimientos, entre otras muchas características que le permiten trascender con el otro, que nos más que nuestro sujeto de cuidado: el individuo, su familia y la comunidad”, señaló Paula Andrea Arias Trejos, profesora del programa de Enfermería.
Para nuestra profesora la Enfermería cuida. En este sentido, la sociedad precisa de un enfermero más crítico, pero además de crítico que movilice a la acción, que construya desde abajo, es decir, que construya con el otro.
“Es pertinente preguntarnos si nuestra práctica de cuidar en diferentes escenarios y desde diferentes contextos, precisa de la formación de enfermeros más autónomos, que se cuestionen frente a lo que sucede en su contexto, que amplíen esas visiones de cuidado y que hagan sinergias con ese otro para tratar de superar barreras como la indiferencia, el individualismo, la inequidad que finalmente son con otras tantas, del bienestar de las poblaciones”, puntualizó Arias.
Cuidado al servicio de la sociedad
Mariana Villegas Quintero es estudiante de séptimo semestre del programa de Enfermería y destaca que desde los tiempos de Florence Nightingale la esencia de enfermería siempre fue el cuidado, un cuidado holístico donde se ve al paciente más allá de su patología; se ve su espíritu, su alma su familia, su entorno. Enfermería en esta crisis no sólo acompaña el tratamiento encabezado por el equipo interdisciplinar que está a cargo del paciente, sino además cuidan de esas 14 necesidades fundamentales que dejó como legado una de sus teóricas, Virginia Henderson. En estos tiempos de pandemia donde estar contagiado de coronavirus implica estar solo y quizás terminar el ciclo de vida solo, pues el enfermero es quien acompaña, cuida y lucha hasta el último momento por salvaguardar la vida del paciente.
Pero además, existe otra cara de la moneda y es el cuidado con el personal a su cargo, donde a veces pasa por “cuadriculados” o descrito más coloquialmente “cansones” porque cuidan de que se cumplan todos los protocolos de seguridad del paciente y sobre todo fomentan el autocuidado del personal de la salud. En esencia, Enfermería es el corazón de esta crisis por la escuela, su experiencia y sobre todo por ese lado humano que los caracteriza.
“El profesional de Enfermería se caracteriza por su entrega, su capacidad de ser multifuncional, por mejorar el servicio a su cargo y sobre todo por cuidar íntegramente a sus pacientes sin importar raza, creencias o cultura. La enfermería abarca la atención autónoma y en colaboración entregada a personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o no, y en todas circunstancias. Comprende la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la atención brindada a enfermos, discapacitados y personas en situación terminal. Es una profesión dinámica, dedicada a mantener el bienestar físico, psicosocial y espiritual de las personas. La enfermería como profesión aplica conocimientos, es práctica, académica, cumple procedimientos basados en principios científicos, posee bases éticas, tiene autonomía y es social”, señaló Mariana Villegas, estudiante de Enfermería.
Está crisis le ha dejado enseñanzas para quienes están a punto de ser profesionales y están en su ejercicio académico, quienes quieren luchar por sus derechos y cuidar a sus pacientes.
“Nos ha enseñado a querer luchar por un sueldo digno, por contratos laborales estables y sobre todo juntos querer y lograr que se reconozca la enfermería como una profesión muy importante y que juega un papel completamente necesario en el ciclo de vida de una persona. Esta crisis nos ha enseñado a querer crecer como profesionales y a ir más allá de lo que nos enseñan en un salón de clases, a defender nuestra profesión con conocimiento científico y sobre todo a seguir siento autónomos en nuestras decisiones como profesionales. Y no menos importante siempre estar preparados para afrontar cualquier situación”, Puntualizó Villegas.
El cuidado del paciente
Óscar Andrés Álvarez Ríos es el director del programa de Enfermería de la Universidad Católica de Manizales y señala que en estos momento de contingencia el papel de los enfermeros cumple una mayor relevancia de la que siempre ha tenido en la sociedad, ya que ese papel como cuidadores y educadores tiene más fuerza, al estar con las comunidades, aclarando sus dudas, brindando educación para prevenir el contagio y mantener la salud no solo física sino mental de las personas, ya que estamos ante un momento clave en la historia en la cual los enfermeros son protagonistas en los servicios asistenciales.
“El profesional de Enfermería se caracteriza primero por su humanización en el cuidado de las personas, por lograr entablar una relación enfermero – persona que trasciende el simple campo asistencial, entendemos a la persona como un ser integral, cuerpo, mente y espíritu, integrando además a su familia, pero también nos caracteriza nuestro liderazgo, nuestra capacidad de gestionar no solo los cuidados de un paciente sino servicios en salud y equipos de trabajo para lograr mejores resultados en la atención de las personas que nos necesitan”, señaló Oscar Andrés Alvarez, director del programa de Enfermería UCM.
La principal enseñanza que deja esta crisis es que las personas deben trabajar por el autocuidado.
“No podemos dejar de lado nuestro propio cuidado, ya que si nos enfermamos o nos contagiamos, no podremos prestar nuestros servicios. Otra enseñanza importante es que debemos ser más unidos como profesión, nos hemos acostumbrado a trabajar en condiciones precarias por los escasos recursos que se asignan a la salud, y ahora frente a una contingencia como esta, muchas personas piensan que por ser enfermeros debemos trabajar hasta sin las garantías mínimas de protección individual, lo cual es un riesgo para los mismos enfermeros así como para sus familias. Y finalmente la enseñanza más importante es que estamos capacitados para atender con amor y calidad a las personas que nos necesitan y es que definitivamente la enfermería es el corazón de los servicios de salud”.