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Experiencia COIL, aulas globales en la UCM

"Se trata de continuar con el ejercicio de vínculo entre el ser humano y la naturaleza, es una práctica que está apegada a la vida misma”
28 de agosto de 2022

¿Alguna vez has imaginado estudiar fuera del país o tomar clases con estudiantes de otros países y compartir tus conocimientos con personas de otras culturas?

En otro momento, pudo haber sonado a una idea algo lejana y un poco difícil de lograr, pero hoy la UCM ha implementado estrategias que le dan la bienvenida a una educación global e intercultural.

Se abre paso entre nosotros una de estas estrategias: COIL, que por sus siglas en inglés significa Collaborative Online International Learning; en otras palabras, un espacio de aprendizaje en línea que da la oportunidad de conectar a estudiantes y profesores alrededor del mundo, y mediante la interacción y la interculturalidad, ampliar nuestros conocimientos de áreas específicas o compartir nuestros propios trabajos e investigaciones en otros contextos.

El COIL tiene 15 años llevando el mundo a las aulas de clase y ha permitido a la UCM visibilizarse y trabajar con países como México, Finlandia, Ucrania, Estados Unidos, Israel, Rumania, Canadá entre otros. Muchos de los profesores UCM han implementado esta estrategia dentro de sus componentes académicos, dándole la posibilidad a sus estudiantes de abrir su visión a perspectivas diversas y más amplias, y así, enriquecer y expandir el conocimiento para elaborar proyectos fuera de lo común.

Al mismo tiempo, ha permitido que los estudiantes salgan a relucir con sus saberes, tradiciones, sus trabajos y sus tesis en otras partes del mundo. “Ha ido posicionándose como una experiencia de alto valor para los estudiantes, ya que estas colaboraciones facilitan el desarrollo del pensamiento y del conocimiento conectando con la vida social y colectiva en general”, señala Gloria Clemencia Valencia González, directora del Doctorado en Educación.

Adán Pineda puede contarnos un poco sobre su experiencia. Él es candidato a doctor en Educación y cree firmemente en la importancia de ser fieles a la identidad territorial y de cada sujeto, de aprender a vivir con la naturaleza, y en que la educación “si no está al servicio de los demás, está por el camino equivocado”, por lo que estas experiencias lo han impactado positivamente, en ellas surgen conversaciones muy agradables e interesantes en las que puede transmitir sus conocimientos ancestrales ––que hacen parte de la cosmovisión y cosmogonía del pueblo afro–– con personas que tienen prácticas completamente distintas y cuyas culturas son muy distantes a las nuestra; incluso, pueden no tener idea de donde se encuentra Colombia en el mapa.

Adán ha trabajado en una tesis que comprende la metáfora del ombligar, una práctica cultural afro cuyo propósito es conectar a cada ser humano a sus raíces desde su nacimiento donde la espiritualidad juega un papel importante en la formación de identidad territorial:

Se trata de continuar con el ejercicio de vínculo entre el ser humano y la naturaleza, es una práctica que está apegada a la vida misma

Cuando el bebe nace no se corta y se desecha el cordón umbilical y la placenta, sino que se porciona, una parte se entierra y a la vez se siembra una palma de coco o un árbol frutal.

La parte que queda adherida al cuerpo del bebe se seca y espera a que se caiga. Luego de esto, se buscan elementos en la naturaleza, se reducen a zumo, polvo o ceniza y se introducen en el ombligo del bebe. De esta manera se transmuta una habilidad o característica en específico que se quiera potenciar, como la fuerza, la agilidad entre otras.

Él tuvo la oportunidad de mostrar, a un grupo de personas de Finlandia, de que se trata su tesis de grado sobre la metáfora del ombligar, que si bien es una práctica que para la mayoría de nosotros los Colombianos ya

resulta desconocida, para ellos debe sonar a una locura que toda esta tradición pueda tener algún sentido, más tratándose de una cultura Europea, pues se suele creer que son culturas más distantes, frías e individualistas.

Sin embargo, se destaca su disposición a aprender y descubrir sobre esta costumbre del Pacifico colombiano, una forma distinta de ver e interpretar al mundo, su actitud de escucha y respeto hacia una práctica con un trasfondo tan espiritual, la cual hace parte de nuestra identidad cultural tan diversa, de la que solo se conoce una pequeña parte.

El reto más grande para todos ha sido adaptarse a los horarios y a la facilidad para acordar momentos en los que todos puedan trabajar. Aunque parezca que existe un factor más complejo, superar la barrera del lenguaje no ha representado un mayor desafío, pues los profesores y estudiantes consideran que existen muchas maneras de transmitir el conocimiento que trascienden las palabras y el idioma.

Así lo demuestra Ana Valerica Gril, maestra rumana graduada de la Universidad Babeş Bolyai de Cluj Napoca, quien a pesar de no dominar el español, supo transmitir su proyecto sobre niños rumanos que preparan junto a su maestra la bienvenida a niños refugiados de Ucrania, sin duda una historia impactante y conmovedora, a pesar de que la comunicación verbal no jugaba a su favor, pero cuando hay disposición, todo es posible.

La UCM se siente comprometida a generar experiencias que enriquecen e iluminan los procesos educativos de nuestros estudiantes. Gracias a este modelo de educación y a sus plataformas accesibles, podemos traspasar las fronteras y acortar las distancias para acercarnos mucho mas otras personas que pueden aportar una mirada internacional, llena de color y diversidad cultural, que contribuya al desarrollo de proyectos y trabajos colaborativos. Al mismo tiempo, nosotros podemos dar a conocer un poco más de lo que somos y de todo el conocimiento que tenemos para dar.

Por Leandra Katherin Bedoya Cifuentes
Unidad de Comunicaciones
leandra.bedoya@ucm.edu.co


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