La reciente cohorte de la Maestría en Educación de la UCM ejemplifica la diversidad de oportunidades que ofrece el programa. Además de docentes que buscan profundizar sus conocimientos y avanzar en sus carreras, también se han sumado profesionales de diversas áreas que desean incorporar la educación como un elemento diferenciador en sus entornos laborales, sociales y culturales.
La interdisciplinariedad es uno de los puntos fuertes de esta cohorte. Los estudiantes no provienen únicamente del campo de la educación, sino que incluyen a profesionales de diversas disciplinas. Por ejemplo, un graduado de la Especialización en Administración de la Salud está trabajando en un departamento de atención pedagógica para pacientes y colaboradores, abordando los complejos desafíos que enfrenta su organización.
Entre los estudiantes, destaca André Felipe Gomes Cavalcante, originario de la Universidade Federal da Paraíba (Brasil). Licenciado en Letras y lengua portuguesa, fue beneficiario de la Beca Colombia ICETEX, seleccionándose entre un amplio grupo de aspirantes de países como Ecuador, República Dominicana, Nicaragua y El Salvador.
Impacto nacional
El impacto de la oferta académica de posgrados en educación de la UCM es evidente en esta nueva cohorte, que incluye a la docente Diana Sánchez Sepúlveda, de Florencia, Caquetá, y a Roberto Negría Málaga, un docente de la comunidad indígena Wounaan en San Juan del Chocó. Ambos han demostrado un gran interés y compromiso con su formación, a pesar de los desafíos que implica el desplazamiento para asistir a los encuentros presenciales. Reconocen que completar esta Maestría les brindará herramientas para convertirse en agentes de cambio en sus comunidades.
Otro caso destacado es el de Jeison David Martínez y Malory Feliso, dos contadores públicos que gestionan JM Ascensos, un proyecto que ofrece apoyo, asesoría y formación a policías en cursos de ascenso, ayudándoles a avanzar en sus carreras dentro de la institución.
La variedad de intenciones y enfoques de los estudiantes refleja la flexibilidad de la Maestría en Educación. Su sólido contenido académico, bases teóricas y un plan de estudios integral convierten este programa en un complemento fundamental para profesionales de diferentes disciplinas, ampliando sus horizontes en el ámbito educativo.
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