Miguel Jaramillo no cree en figurar. Ha ganado premios aquí y allá, pero ninguno reposa en su oficina. ¿Dónde están? La verdad no lo sabe. No porque en un gesto de falsa modestia finja que eso no es importante, sino porque quiere que él y cada uno de los que conforman su productora mantengan los pies sobre la tierra, que no se deslumbren con el brillo de una estatuilla y pierdan el norte de lo que hacen, por eso, tras cada reconocimiento saben que deben seguir haciéndolo mejor cada día. Y parte de este pensamiento, asegura, se lo debe al programa de Publicidad de la Universidad Católica de Manizales. “Los publicistas de la UCM se destacan, uno identifica quiénes son y que son diferentes”, dice sin dudar, pues es una institución donde el ser humano es la construcción primaria y, luego está aquello que puede aprender y perfeccionar.
En 50 años, insiste Miguel, “el programa ha tenido errores y aciertos, y cómo no, cuando está conformado por personas”. Pero, a pesar de los desaciertos, son esas mismas personas quienes han logrado por cinco décadas mantener vigente un sueño que cada día se hace realidad y que se hace gigante con cada egresado que sale a transformar el mundo desde su quehacer y desde su convicción de que lo que hace es bueno, misma convicción que ‘El Flaco’ comparte con satisfacción laboral y una nostalgia viva, pues con él trabaja su sobrina, otra egresada de Publicidad. “Es una niña a la que yo le conseguí cuatro entrevistas con cuatro presidentes de agencias grandes y los cuatro le ofrecieron trabajo saliendo de la Universidad y durante los años que estuvo en agencia siempre le ofrecían mejores alternativas, hasta que tomé la decisión un día de traérmela a trabajar conmigo, pues no quería perder una persona con esas capacidades”, cuenta con orgullo de tío, pero también, como una referencia de la excelencia de los profesionales del programa de Manizales.
‘El Flaco’ es uno de los directores de ‘Lamuvi Films’, una productora con sede en Bogotá, pero no se autodenomina jefe. Sabe que es un líder porque tiene claro qué quiere para su empresa, pero no en términos de lo que quiere que los demás hagan, sino de lo que quiere construir conjuntamente para que las personas que hagan parte de su equipo sean las mejores. “Cuando alguien nuevo llega, es el mismo equipo el que se encarga de determinar si esa persona pertenece o no a ‘Lamuvi’”, es decir, que su equipo está tan al tanto de quiénes deben ser que, si alguien no es fiel a esos valores, siente que no pertenece.
Por eso, se siente orgulloso de decir que, en todos estos años, ninguna persona que hace parte de su equipo se ha ido por una mejor oferta económica; saben que lo que encuentran allí es más valioso que tener un sueldo más alto. Y con respecto a esto, hace un paralelo con el programa de Publicidad, pues recuerda que, en esa época, lo más importante para los profesores y directivos era enseñar. No importaba si un estudiante no dominaba todos los temas de la materia que se le había asignado; la vocación estaba tan de manifiesto que siempre se aprendía. Y esa capacidad de tener un buen equipo donde la calidad humana sea lo que sobresalga es una de las características más notorias en Miguel.
‘El Flaco’ está convencido de que un buen capital humano es su mayor riqueza y que su actual equipo de trabajo es el que ha hecho posible que por quince años ‘Lamuvi’ siga vigente y sea una productora referente, no porque se ganan los proyectos más grandes, sino porque allí se trabaja con gusto y con pasión, los equipos tienen cimientos más allá de lo comercial y porque él tiene la tranquilidad de saber que es un líder y que mete el hombro cada día como cada uno de sus compañeros. “Yo creo que la gente no se imagina lo complejo y lo difícil que es este trabajo y lo perseverante que hay que ser. Porque puedes tener un gran nombre, pero tú eres tan bueno como tu trabajo. Esa es tu hoja de vida, tu último trabajo. Entonces si tú no aprendes a trabajar en equipo y si tú no aprendes a controlar el monstruo que llevas por dentro, que es el ego, pues tus equipos abortan así seas el jefe mayor y eso se ha comido a mucha gente en este negocio”, expresa.
Además, conformar un equipo que sea firme es necesario hoy en día cuando las agencias mutan y evolucionan, cuando las compran y cambian al personal de un día para otro, cuando la tecnología avanza tanto que sobre la marcha es que se aprende. Por eso, él escoge a quienes trabajan allí por quienes son; esta es la razón por la que sus practicantes se quedan y ascienden hasta ser productores ejecutivos y sus recepcionistas estudian hasta ser abogados que pueden seguir su sueño, porque tener el equipo de trabajo ideal es la mayor ganancia, “la plata no es todo, ni la plata vale todo”, concluye ‘El Flaco’ mientras sus compañeros van llegando a la oficina muy temprano en la mañana y él ya lleva allí un buen rato.