En la Parroquia San Martín de Porres, ubicada en el barrio Minitas de Manizales, la Semana Santa se vivió con un espíritu renovado gracias a la presencia del equipo misionero de la Universidad Católica de Manizales. Esta experiencia, liderada por la Hermana Aurora Cañas, vicerrectora de Bienestar y Pastoral Universitaria, tuvo como propósito acompañar espiritualmente a las familias del sector, generando espacios de encuentro con Dios desde la cercanía, la escucha y el compromiso cristiano.
La misión comenzó el Domingo de Ramos, cuando doce misioneros —entre estudiantes y colaboradores— se presentaron ante la comunidad parroquial, participaron en las celebraciones litúrgicas y compartieron con alegría las actividades programadas para la semana. Desde el primer momento, el ambiente se llenó de acogida, disposición espiritual y fraternidad.
Durante los días lunes, martes y miércoles, los misioneros visitaron más de 80 hogares, llevando un mensaje de esperanza cimentado en la Palabra de Dios. En las tardes, se abrieron espacios para niños, jóvenes y adultos, donde la oración, el aprendizaje y la vivencia comunitaria fortalecieron la fe y el sentido de unidad en preparación para el Triduo Pascual.
El Jueves Santo, luego de la Solemne Eucaristía de la Cena del Señor, compartieron un ágape fraterno con la comunidad y guiaron un momento de adoración al Santísimo Sacramento. El Viernes Santo acompañaron el viacrucis, participaron en la liturgia de la Pasión del Señor y dirigieron las reflexiones de las siete palabras de Jesús en la cruz. Ya en el Sábado Santo, lideraron las meditaciones de los siete dolores de la Virgen María y celebraron con la comunidad la emotiva Vigilia Pascual.


Misión UCM: experiencia de fe que transforma
Más de 250 personas hicieron parte de los espacios de encuentro, oración y servicio organizados por el equipo de Misión UCM, liderado por la Hermana Aurora Cañas, vicerrectora de Bienestar y Pastoral Universitaria. Esta vivencia, que tuvo lugar en la Parroquia San Martín de Porres del barrio Minitas, fue posible gracias a la acogida del padre Óscar Piedrahíta, capellán y párroco, a quien la Universidad expresa su profunda gratitud.
Cada momento compartido reafirmó el compromiso de la UCM con la formación integral, no solo desde lo académico, sino también desde la experiencia espiritual y comunitaria. La misión fortalece la identidad institucional y promueve una fe que se vive desde el servicio, el acompañamiento y la presencia activa, consolidando el vínculo entre universidad, Iglesia y sociedad.
También podría interesarte: https://www.ucm.edu.co/el-nucleo-de-memoria-y-paz-puente-para-el-dialogo-entre-las-victimas-y-la-academia/