Esta crisis sanitaria ha traído cambios en la forma en que se imparte la educación en el país, donde se pasó de la presencialidad a la virtualidad, cambios que no han sido impedimentos para garantizar la formación de los estudiantes.
En la Universidad Católica de Manizales hemos desarrollado buenas prácticas que permiten que nuestros profesores continúen formando a nuestros estudiantes con herramientas digitales. Tal es el caso de Juliana Díaz Ospina del programa de Publicidad.
Ella cada semana estructura el trabajo y los objetivos a alcanzar en ese periodo de tiempo. Muchas de las actividades normales de la asignatura se modificaron y simplificaron sin perder la esencia y sin dejar atrás el proyecto de asignatura. Simplificar conceptos a través de procesos gráficos como esquemas les ayuda a los estudiantes a asimilar los contenidos.
Los estudiantes realizan lecturas cortas individuales o largas grupales. La diferencia es que la lectura corta puede tener como resultado un escrito corto mientras que la lectura larga se realiza de manera grupal y el resultado puede ser una síntesis en un video o en un producto sonoro.
El trabajo independiente suele compartirse y socializarse con los compañeros a través de los foros para no deshumanizar las tareas que realizan estando solos.
“Planificar los tiempos es muy importante para no abrumar el estudiante, curiosamente cuando tienen mas tiempo para realizar las tareas se sienten colgados, buscan adelantar sus propios procesos y terminan antes. Se anclaron temas de economía, salud y sociedad a las didácticas de la clase como los fenómenos económicos, la emergencia del Covid-19 y infodemia que este fenómeno produce a los contenidos curriculares, análisis síntesis y gráficos desde la perspectiva publicitaria. También se desarrollaron las actividades EMI de UCM Global para la internacionalización en casa y los estudiantes se muestran participativos de estas actividades”, señaló Juliana Diaz, profesora del programa de Publicidad.
Explicar cómo funciona un foro académico que aporte al debate y se argumente en diferentes fuentes de orden académico, fortalece el pensamiento crítico y dialógico. Por otro los semilleros de investigación siguen trabajando de manera voluntaria cumplidos en tiempos y buscan profundizar más sus proyectos.
La plataforma Moodle la utiliza para centralizar los contenidos de clase y diferentes herramientas le permite desarrollar gráficos y esquemas muy útiles como Piktochart (infografías), Medium (curaduría de contenidos), Youtube (disminuir peso de los videos), aun el uso del control remoto de Zoom cuando los estudiantes tienen algún problema con sus equipos (especialmente Excel y manejo de base de datos) funciona para disminuir tensiones y mostrarle al estudiante los beneficios que presentan estas herramientas y la conectividad de la disfrutamos actualmente.
“La asincronía en el caso de estudiantes que tengan dificultades se apoya con clases incrustadas en Youtube y tutorías a través de Google Docs. La idea era que aún desde el celular ellos pudieran responder con las tareas o haciendo uso de la tecnología y el video para grabar lo que hacían, sus explicaciones y lo enviaran posteriormente por Whatsapp cuando se pudieran conectar”
La mayoría de los trabajos se desarrollan en grupo, para ello les enseñó el uso de diferentes plataformas que así lo permiten (Google Docs, Google Presentations, Hangout meetings, Zoom por grupos), esto le permitió entrar a la plataforma con ellos y acompañarlos mientras aprendían los procesos.
“No todo es clase. Iniciar con un saludo, mostrar el rostro en cámara así sea momentánea es clave, mostrar cercanía aún en la distancia. La clase de cada semana inicia preguntando o comentando situaciones de la vida cotidiana, en ocasiones las familias participan de los procesos y hasta mostrar sus mascotas ayudan a liberar el estrés y a estrechar lazos. Hay clases que la mitad terminan siendo catarsis de los estudiantes y estos espacios son necesarios”.
Los grupos de Whatsapp se utilizaron para lo necesario, nunca un estudiante escribe en un horario inadecuado y las dudas académicas se resuelven en espacios más académicos.
En su proceso de adaptación al cambio juegan dos variables muy importante, como lo es la adaptabilidad tecnológica, en cuanto al uso de herramientas, apertura al cambio, capacidad de respuesta rápida por el lado de la optimización y el uso de software. Por otro lado y muy importante está la inteligencia emocional que se debe desarrollar aplicable a los contextos tecnológicos sin deshumanizar la educación.
“Nuestros estudiantes dicen ser nativos digitales en cuanto a que siempre han tenido la tecnología disponible, sin embargo, solo con conocedores de redes sociales y en un nivel básico de la comunicación, esto los despierta para reconocerse como desconocedores de la tecnología y sembrar el deseo de aprender”.