El término de “saberes conectados” hace referencia al concepto de “inteligencia colectiva” dentro de las comunidades, y entre comunidades y otros actores; y se presenta cómo la base de la construcción de la ciudad. En este proyecto de investigación constituye el objeto de estudio, con un énfasis particular en la relación de los conocimientos comunitarios con la academia. Las comunidades tienen la capacidad de funcionar como una escuela cuyos aportes conducen a mejores conocimientos académicos y mejores resultados en las mismas comunidades. En el contexto académico de Colombia existen numerosos proyectos de trabajo con y para las comunidades. No obstante, la producción de conocimiento por medio de la interacción academia-comunidad y la sistematización todavía falta en estos procesos académicos. Esa interconexión y sistematización resulta imprescindible como base y ejemplo para contextos nacionales e internacionales.
Las preguntas fundamentales que orientan la investigación son la siguientes: ¿Qué aprendizajes ha adquirido la academia de la interacción con las comunidades en los territorios? ¿Cuáles son esos saberes que se entrelazan y articulan por medio del trabajo colaborativo y de co-creación? ¿Qué aprendizajes lograron conectarse? ¿Cómo hacerlos visibles para fomentar más saberes conectados? El objetivo general, por tanto, es sistematizar la interacción entre academia y comunidad/territorio como actores del desarrollo territorial, a partir de escenarios colaborativos de intercambio de saberes que permiten la solución de problemáticas espaciales en procesos de resiliencia urbana. Adicionalmente, con la vinculación de distintos semilleros y estudiantes y un curso electivo como estrategia de formación en el pregrado, el proyecto tiene como meta la creación de profesionales futuros capaces y dispuestos a reconocer y trabajar en medio del entorno de saberes conectados. Eso aumentará su capacidad a actuar con enfoques sociales en diversas disciplinas, incluyendo a las ciencias urbanas y del diseño. Desde la perspectiva de “aprendizaje-servicio” se integra la dimensión cognitiva y la dimensión ética de la persona; y se apunta a un desarrollo humano y comunitario.