El agua cumple un papel fundamental en el bienestar humano. Entre otras funciones, resulta esencial para el equilibrio biológico y la armonía de los ecosistemas. A nivel global, fuentes como pozos, manantiales y aljibes abastecen de agua a ciudades, cultivos, ganado e industrias. No obstante, la explotación excesiva de este recurso básico ha derivado en la escasez hídrica, el agotamiento de recursos, la contaminación de aguas superficiales, la subsidencia del suelo, la contaminación de los acuíferos y el deterioro de las reservas subterráneas. Cabe destacar que el agua subterránea constituye aproximadamente el 99 % del agua dulce en estado líquido en nuestro planeta, representa la mitad del volumen extraído para consumo humano y contribuye con el 25 % del total de agua utilizada enactividades de riego (Organización de las Naciones Unidas, 2022). Lo anterior explica la importancia de este recurso para las poblaciones y ecosistemas urbanos y rurales que carecen de agua dulce superficial.
El agua subterránea, como parte del ciclo hidrológico terrestre, recarga continuamente los acuíferos a partir de la infiltración y percolación profunda por gravedad del agua en el subsuelo. Además, alimenta los acuíferos, conocidos como unidades hidrogeológicas que permiten el ingreso, transmisión y almacenamiento de agua posterior a un evento de precipitación (MinAmbiente, 2014).
Bolaños & Betancur (2018) resumen la fase subterránea del ciclo hidrológico en entradas, almacenamiento y salidas. Las entradas dependen principalmente de las precipitaciones, la infiltración y la pérdida por evapotranspiración. El almacenamiento corresponde a la diferencia de
las entradas y salidas o la recarga y la descarga, que dependen de las propiedades específicas del acuífero, como su tamaño y tipo. Las salidas son la resta de las entradas y el almacenamiento, las cuales son representadas por el caudal directo o superficial producto de la saturación del suelo por un evento de precipitaciones o por el caudal base que se libera de forma más lenta y gradual, días después. Vélez-Otálvaro et al. (2011) indican que la transmisión del agua en el subsuelo depende de las propiedades del suelo, como su porosidad, la cual está representada por los vacíos donde se deposita el agua y la conexión entre los mismos que permite la circulación del agua con facilidad, entendida como la permeabilidad o conductividad hidráulica.
…
Ángela María Alzate Álvarez · Erika Juliana Aldana Arcila · Paola Alejandra Vásquez · Siana Marcela Agudelo · Mariana Llano Manjarrés · Lucerito Ramírez Sanabria · Gloria Yaneth Flórez Yepes · Luis Alberto Vargas Marín
Autores